sábado, 28 de enero de 2012

Artículo de opinión del Vampiro: "En España pagan los culpables, a veces.‏"

Sin más os dejamos con su artículo:


Las dictaduras siempre han querido "educar" a los hijos de sus opositores en sus convicciones y principios. Tenemos numerosos ejemplos de como en las dictaduras de la segunda mitad del siglo XX en Argentina o Chile desaparecían (se les asesinaba y les enterraban en cunetas o tiraban sus cadáveres a minas profundas o al océano) los opositores a los regímenes dictatoriales y sus hijos eran secuestrados y entregados a familias afines a dichos regímenes que les "adoptaban" asumiendo el papel de padres. Muchos argentinos y chilenos aún hoy desconocen quienes fueron sus verdaderos padres, a los cuales asesinaron, pese a la lucha de sus abuelas durante varias décadas para encontrarles.
Pudiera parecer que eso pasó en Sudamérica porque son repúblicas bananeras, pero por supuesto no en España, donde se instauró la monarquía en la figura de Don Juan Carlos (el suegro de Iñaki, y padre de doña Cristina que la fiscalía general del estado considera no vinculada a la empresa de que es socia al 50 %) y se hizo una transición  ejemplar, con ministros franquistas (encargados de funciones varias como represaliar a los disidentes políticos) ejerciendo de nuevos y ejemplares demócratas, tal es el caso del tristemente recientemente fallecido Manuel Fraga, lo de tristemente lo digo no por aprecio, sino porque para un criminal del franquismo que se iba a juzgar ya podía haber esperado un par de añitos para morirse.
ERROR, la madre patria no es una república, pero si que es mucho más bananera
que estos países sudamericanos, quizá porque la dictadura fue más feroz o más larga, o porque siglos de aguantar a monarcas y señores feudales ejerciendo derecho de pernada que nos ha aborregado, el caso es que aquí también se asesinó, y se secuestró a niños para ser "educados" en la fe (tanto católica como de Franco), pero esos crímenes ni se han investigado ni se han juzgado.
Estos días se está "ajusticiando" a Baltasar Garzón, primero por atreverse a investigar los crímenes y delitos económicos de la rancia y corrupta derecha española, y segundo (y aún falta la tercera causa) por investigar los asesinatos y otros crímenes del franquismo que sembraron de muertos las cunetas españolas durante 4 décadas. Los últimos asesinatos del régimen datan de 1975, pero no así sus últimas víctimas, los 5 asesinados en atocha en un atentado de la ultraderecha franquista que hoy cumplen 35 años (el 24-E-1977). A Garzón le pidieron también las familias de los niños secuestrados en hospitales desde la dictadura hasta finales de los años 80 que investigara estos secuestros, aunque en la audiencia nacional no le consideraron competente, por ser casos que según el citado organismo no estaban relacionados.
La relación es obvia, vale que en muchos países se han secuestrado y vendido neonatos a familias ricas, pero la doctrina del franquismo de aniquilar el gen marxista ha tenido mucho que decir en estos casos. Ya desde recién finalizado el asalto al poder por los golpistas en 1939, se adoctrinaba convenientemente a los hijos de republicanos en conventos y seminarios (cuantos niños de padres ateos no se habrán convertido en curas o monjas) y se les hacía ver el diablo en sus padres por ser comunistas, pobres, y/o republicanos.
Estos hechos habrán ocurrido a miles durante las décadas del franquismo, sin que nadie lo haya investigado y buscado a sus culpables. Pero más deleznable ha sido el robo en hospitales (la mayoría de monjas) de niños recién nacidos a cuyas familias se les hacía creer que habían muerto y que luego eran vendidos a familias adineradas y de fe católica durante la ejemplar transición española y la recientemente inaugurada monarquía parlamentaria (me cuido mucho de llamar democracia a un régimen que no lo es, donde no manda el pueblo soberano, sino los poderes fácticos de la banca y la iglesia, que están mucho más relacionados de lo que muchos piensan).
Aproximadamente 1300 denuncias de casos de niños robados en España, seguramente habrá muchos más por la índole del engaño y el tiempo en que ocurrió, que no dejaron investigar a Garzón, y que siguen impunes.
Lo más lamentable no es que no se ha buscado a los culpables, o que no se ha restituido estos niños a sus familias, sino que a los culpables de los robos se les sigue financiando con dineros públicos, incluso en época de recortes, copagos, subidas de impuestos a los trabajadores y otras lindeces.
Que pena de país.
El vampiro de Dusseldorf.

Muchas gracias de nuevo por tu artículo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario