sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Y ahora qué?

 Artículo enviado por "Del mundo":

Ya comenzado el día, uno busca el momento y el tiempo para poder leer la prensa. En mi caso es un vistazo a "El País", leer el "Público" y un vistazo a otros como "Tercera información" y "Rebelión"...
Día tras día, te vas creando unas ideas propias que normalmente no concuerdan con lo que vienes escuchando desde pequeño. Qué voy a decir de temas como la Iglesia por ejemplo (en un pueblo donde la semana santa es la fiesta por excelencia), o del franco-fascismo (que aún hoy por hoy sigue habiendo gente que apoya esta "ideología" en nuestro pueblo". Estos temas, finalmente, caen por su propio peso en cualquier persona coherente y razonable (y he dicho Iglesia y no cristianismo, aunque yo tampoco lo apoyo, soy ateo). Pero hay temas en los que se necesita estar mucho más informado para poder crear una opinión propia, temas como el que quiero comentar en este artículo brevemente. El fraude fiscal.

Desde pequeño he escuchado dos puntos de vista respecto a este tema. Uno era el típico comentario "es que hay que quitar el paro, sino mira los sirvengüenzas esos trabajando y cobrando el paro", y el otro era de gente que
solía no decir nada (ahora me doy cuenta de que era para esconderse) y los veías siempre trabajando, ya fuese domingo por la mañana, martes por la noche, o sábado por la tarde. Como he dicho, yo escuchaba una de las opiniones y la otra más que escucharla la veía, ya que en el ambiente en el que me crié había gente que tenía que hacer este tipo de tretas (hoy por hoy sabiendo yo que era para poder criar a los hijos, o pargar la carrera de uno de ellos).

Con el tiempo, finalmente llegas a la conclusión de que la gente que hace ésto es por pura necesidad. Gente que está al límite, y por supuesto que tengo muy claro (a la razón humana y a las pruebas me remito) que nadie se hace millonario por trabajar y cobrar el paro que proviene de un sueldo de 1000 euros (a quien llegue a mileurista). Esto lo tengo ya muy claro. Y también tengo claro de que si estuviesemos en un sistema más justo y un Estado mucho más protector con su principal pilar que es la clase trabajadora, nadie tendría que hacer este tipo de tretas para conseguir poder llegar a final de mes. Será ahí cuando yo condene de forma rotunda la práctica de que un trabajador (cuyo perfil medio todos conocemos) y añado aquí al pequeño empresario (que también se les achaca a ellos el resto de fraudes...) cometan fraude fiscal. Hasta entonces no podré moralmente condenar esta práctica, al igual que nunca lo podré hacer con el que roba para comer.

¿Y todo ésto a que viene? Pues viene, a que si te sigues informando te das cuenta de que esos que condenan la práctica del trabajo en B, son los mayores defraudadores del Estado, y si denuncian esta práctica es porque no pueden soportar que el trabajador se lleve el beneficio correspondiente de su trabajo (sin llevarse ellos su renta), o que el autónomo debido al fraude pueda generar más empleo que ellos, evitando que las grandes empresas puedan seguir sacando un beneficio impresionante (sino preguntar a los ganaderos a cuánto venden las vacas, los borregos o los cerdos, y depués os acercaís a la capital y veís el precio de ese producto, llegamos a plusvalías del 1000% o 2000%).

Y cómo demostrarlo, pues en informes como éste, realizado por GESTHA (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda):

Gestha: "el 71% de la evasión fiscal anual la cometen las grandes empresas y fortunas de España" (3i)

Página oficial de GESTHA


Como podemos ver, esos grandes empresairos representados en la CEOE que piden que el despido sea más barato, que se creen pequeños puestos de trabajos en contratos a jornales, que se despidan a funcionarios (no olvidemos, que los profesores, los médicos, los bomberos etc... son funcionarios), esos que quieren aumentar la jornada laboral como en Portugal, que piden por supuesto que se le bajen los impuestos, y por supuesto que se investigue de forma más dura a la gente y pequeñas empresas que trabajan en B, son los que defraudan un 71% del fraude fiscal total en España.

Así que mientras crezco y me sigo informando me doy cuenta que desde arriba nos introducen una dialéctica y un discurso con la intención solamente de que entre nosotros (pequeños empresarios y trabajadores) luchemos y nos pisoteemos, mientras que ellos desde arriba se aprovechan de nosotros en todos los sentidos, incluyendo como hemos visto, en el tremendo fraude fiscal. Por lo tanto, a partir de estos momentos cuando me digan, es que hay que evitar el fraude fiscal, contestaré: "Por supuesto que hay que evitarlo pero empezando por supuesto por los que más tienen, que si ya tiene unos impuestos ínfimos en comparación con autónomos y trabajadores, encima, encima no los pagan".

Agradecer siempre que nos envíen artículos al Tercer Ojo,
ya que es un espacio plural donde queremos que vuestras 
opiniones siempre tenga cabida. Un saludo y un agradecimiento
al lector "Del mundo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario