El compañero Juan Ferrero ha colaborado con el blog enviando este artículo:
El bipartidismo es aquella situación a la que se llega en un territorio cuando dos partidos
se hacen los dueños del sistema democrático En teoría, los dos grandes partidos
deberían ser contrapuestos en ideología y en propuesta de modelo social, y al electorado
se le presenta la opción de votar a uno o a otro, sintiendo así que sus preferencias
de voto se hayan cubiertas y su libertad como electores está asegurada; y, por otra
parte, los ciudadanos ven que, si el partido que gobierna lo hace mal, lo castigarán
votando al otro. Pero el gobierno del territorio no saldrá de esos dos partidos que se irán
turnando por ciclos o etapas. Con el bipartidismo, todos los demás partidos quedarán
marginados, fuera de juego. Nadie se fijará en sus propuestas y se considerará que, por
su insignificancia, no tendrían capacidad para gobernar.
Una vez que dos partidos se instalan en el bipartidismo, es muy difícil vencerlos
electoralmente (aunque no imposible), porque mantienen una serie de obstáculos que
hace que los demás partidos sean cada vez más pequeños o que desaparezcan del
panorama representativo. Por estos obstáculos que se ponen a los demás partidos es
por los que, aunque legal, el bipartidismo resulte injusto. La ley no trata por igual a
todos los partidos, sino que beneficia con descaro a los dos grandes. El bipartidismo se
realimenta: mientras más escaños logran los dos partidos, más privilegios consiguen; y
mientras más privilegios consiguen, más escaños logran.
La reforma de esta ley electoral injusta es la que vienen pidiendo en España los demás
partidos y, recientemente, el movimiento 15-M. Pero el cambio habría que hacerlo por
mayoría en el Congreso, y como a la mayoría (PSOE-PP) no le interesa, pues no se
hace.
He aquí algunos de los obstáculos que encuentran en España los partidos ante los dos
grandes que constituyen el bipartidismo.
- Sistema D´Hondt de reparto de votos y la circunscripción electoral por provincias,
que hace que, por ejemplo, en las últimas elecciones generales para el Congreso de
los Diputados se dieran estos resultados:
PSOE con 11.288.698 votos obtuvo 169 escaños.
I. U. con
969.871 votos obtuvo 2 escaños.
Partido Nacionalista Vasco con 306.128 votos obtuvo 6 escaños.
(Obsérvese la desproporción entre votos y escaños adjudicados)
- Tiempo y espacios a que se obliga a los medios de información y propaganda para
cada partido en campaña electoral. Grandes espacios y tiempos para los ganadores
de las elecciones anteriores, e insignificancias para los demás. Es como si un
corredor, por haber ganado un año el Tour de Francia, se le concediese al año
siguiente, antes de empezar, media hora de puntuación de ventaja.
- Mientras más grandes son los dos partidos más votos reciben y más dinero de
las arcas del Estado (que financia los partidos en proporción a los resultados
conseguidos), haciendo posible, con esas cantidades, la adquisición de cadenas de
televisión, emisoras de radio, periódicos, etc. que luego utilizarán para su propia
propaganda.
- Los dos grandes partidos no encuentran dificultades a la hora de pedir préstamos
millonarios a los bancos para pagar sus costosas campañas electorales. A veces,
luego se los perdonan. (Será por aquello de que” el que regala bien vende si el que
lo recibe lo entiende”).
- La falta de sentido crítico, a veces, motiva que los electores pasen de un partido
a otro (PSOE-PP) creyendo que votan algo distinto, sin darse cuanta que eso es
salir de Herodes para caer en Pilato. Ya lo hemos señalado en otras ocasiones: El
sustento, la base y lo que determina un modelo social es su sistema de producción y
consumo de bienes, y en ese sistema el PSOE y el PP son coincidentes.
Así las cosas, ahora nos encontramos ante dos realidades: la crisis económica y las
elecciones generales.
Hay que tener en cuenta que la culpa de la crisis no es ni de Rubalcaba ni de Zapatero,
sino de los grandes poderes económicos. Eso sí, estos dos políticos y sus respectivos
partidos son simples capataces de esos grandes poderes económicos y se limitan a hacer
lo que esos poderes les mandan, defendiendo sus intereses.
Por eso, quienes antes votaron al PSOE y ahora voten al PP creyendo que van a
cambiar, están en un error, porque ambos están al servicio de los Mercados.
Por eso, quienes ahora voten al PSOE sólo con la pretensión de que no gane el PP
(voto útil) están equivocados, porque ambos están a las órdenes de los grandes poderes
financieros.
De ahí que para combatir la crisis y SUS CAUSAS, haya que dirigir el voto hacia
partidos que, ante todo, defiendan los intereses de los trabajadores, de la población en
general, y entre los cuales se encuentra Izquierda Unida.
La injusta ley electoral puede vencerse si dirigimos nuestros votos a una formación
política como Izquierda Unida que pondrá freno al abusivo poder de los mercados y
aportará soluciones para combatir la crisis.
Juan Ferrero.
¡Muchas gracias Juan!
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